PERSONALIDADES HISTÓRICAS
Plasencia y su diócesis tienen una estrecha relación con la historia de España y sus grandes protagonistas. Prueba de ello lo tenemos, especialmente, en los siglos XV y XVI.
Desde el mismo momento de la fundación de Plasencia, allá por finales del siglo XII, se le otorga el título de ciudad. Fue Juan II de Castilla quién cedió Plasencia a la familia Zúñiga, pasando a señorío en el año 1442. En este estado se encontrará la ciudad hasta 1488 cuando consiga su vuelta al realengo. Esto sucede cuando Álvaro de Zúñiga sucede a su padre como Conde de Plasencia. Este momento delicado será aprovechado por la nobleza placentina para rebelarse contra los Zúñiga y recuperar la condición de realengo de la cual ya disfrutaba. Los sublevados fueron apoyados por los Reyes Católicos que revocaron la donación de Juan II. El Estatuto de realengo fue repuesto el 20 de octubre de 1488 en las puertas de la Catedral con la presencia de Fernando el Católico, que juró defender siempre los fueros y libertades de Plasencia.
De la casa Zúñiga es también Leonor de Pimentel que se casará con Álvaro de Zúñiga en 1459. Duquesa de Plasencia y Béjar, fue una mujer de carácter que dirigió la casa Zúñiga desde el punto de vista socio-económico, militar y jurídico. A ella se debe la edificación del convento de San Vicente Ferrer, actual Parador Nacional de Turismo.
En 1515 Fernando el Católico fue a vivir a Plasencia por consejo de sus médicos. Murió en Madrigalejo cuando viajaba de Plasencia a Guadalupe, donde iba a asistir al capítulo de las órdenes militares de Calatrava y Alcántara.
Es aquí, en Plasencia y en este momento, donde se reunieron Bartolomé de las Casas y Fernando el Católico. De las Casas quería exponerle su postura ante la situación de los indígenas en América.
Es en este período donde encontramos al Cardenal Cisneros, dos veces regente (1506 a la muerte de Felipe el Hermoso y 1516 a la muerte de Fernando) y el gran impulsor de una profunda renovación cultural que abarca desde la fundación de la Universidad de Alcalá en 1499 a la publicación de la Biblia Políglota (1514-1517) pasando por la reforma de la propia vida de la Iglesia, especialmente en la vida conventual. Cisneros será quien gobierne hasta la llegada de Carlos V.
Carlos, también emperador del Sacro Imperio Romano Germánico decidirá, en los últimos años de su vida, abdicar. Abdica en Bruselas en 1556. Regresa a España en una travesía en barco desde Flandes hasta Laredo, con el propósito de curar su enfermedad en una comarca de la que le habían hablado por su buen clima y alejada de las grandes ciudades, la comarca extremeña de la Vera. Tardó un mes y tres semanas en llegar a Jarandilla de la Vera, lugar donde se hospedó gracias a la hospitalidad del III Conde de Oropesa, Fernando Álvarez de Toledo y Figuera, que lo alojó en su castillo de Jarandilla. Allí esperó desde el 11 de noviembre de 1556 hasta el 3 de febrero de 1557, fecha en que finalizaron las obras de la casa-palacio que mandó construir junto al monasterio de Yuste. En este plácido lugar permaneció año y medio acompañado por la orden de los Jerónimos, hasta su muerte que tuvo lugar el 21 de septiembre de 1558.
El Greco
En 1577 se establece definitivamente en Toledo. Desde allí realizó importantes encargos artísticos en la zona.
En el Monasterio de Guadalupe se exhiben tres pinturas suyas procedentes del pueblo de Talavera la Vieja, anegado bajo las aguas del pantano de Valdecañas.
Guadalupe estuvo cerca de albergar el que habría sido el proyecto más ambicioso de El Greco: un retablo mayor que nunca llegó a realizarse pero que sí se llegó a encargar en 1597 por el prior Gabriel de Talavera.
Álvaro de Zúñiga y Pérez de Guzmán
Nació en Sevilla en 1450 y murió en Béjar en 1531. Noble castellano de la Casa de Zúñiga, Grande de España, II Duque de Béjar y de Plasencia. Fue consejero de Estado de Carlos V.
A la muerte de su abuelo heredó sus títulos, señoríos y estados. Su tío, Diego de Zúñiga y Manrique de Lara reclamó para sí la herencia. También su tío Francisco de Zúñiga y Manrique de Lara. La reina Isabel la Católica, aprovechando estas circunstancias, quiso disminuir el patrimonio de su linaje que juzgaba excesivo y aconsejó a algunos caballeros importantes de Plasencia que se apartasen de la obediencia y sujeción del nuevo duque de Plasencia y se redujesen a la corona real. Les dio licencia para tomar las armas contra su señor.
Cuando Álvaro se encontraba en Valladolid intentando solucionar los problemas de la sucesión de su abuelo, la nobleza placentina promovió un levantamiento a mediados de 1488 reclamando la liberación de la ciudad. También la población se unió al levantamiento. El rey Fernando el Católico alentó a los rebeldes en su lucha contra el duque. Fernando el Católico entró en Plasencia el 20 de octubre de 1488 y prestó juramento en la catedral de Santa María la Mayor incorporando así Plasencia a la corona de Castilla. En este juramento promete guardar, defender, amparar al consejo, vecinos y moradores de Plasencia en sus fueros, privilegios, mercedes, libertades así como sus usos y costumbres.
Fernando El Católico
Se menciona al rey el 20 de octubre de 1488 en Plasencia. Ese día firmó el fuero y los privilegios de la ciudad en la Catedral. Plasencia acababa de vivir tres días de sangrienta contienda cuando la familia Carvajal y sus aliados dentro de la nobleza, consiguieron recuperar la ciudad para la Corona en detrimento de la familia de los Zúñiga.
Al día siguiente de la toma de la ciudad, Fernando se personó en Plasencia, ya que se encontraba en la vecina localidad de Trujillo. Se cree que la ceremonia que se celebró en Plasencia “podría servir como propaganda regia del bando vencedor que contrarrestara el que en 1475 la ciudad hubiese sido la capital del bando “juanista”, lugar donde, además, se casaron y fueron proclamados reyes de Castilla y León Alfonso V de Portugal y Juana de Castilla”.
Años después, Fernando el Católico volvió a dar protagonismo a la ciudad cuando instaló la Corte Real en Plasencia durante casi un mes, en el año 1515, pocos meses antes de su muerte en Madrigalejo. Por aquel entonces, el rey ya tenía problemas de salud y decidió que la ciudad era un buen lugar para pasar una temporada en un apacible valle. Se sabe que el monarca visitó Galisteo y estuvo cazando varios días en Abadía.
Leonor de Pimentel
Duquesa de Plasencia y Béjar, 1437-1486.
Su papel estuvo determinado por el casamiento que, desde 1460, tuvo con uno de los nobles más destacados del Reino: Álvaro de Zúñiga, II conde de Plasencia.
Leonor de Pimentel no representó el papel de esposa discreta propia de la época. Era una mujer enérgica y ambiciosa que dirigió con carácter la casa Zúñiga pero con una sensibilidad especial para la cultura. Durante su matrimonio, la casa de Zúñiga alcanzó su máximo esplendor al introducir una corriente humanista procedente de Italia y de hecho, fue el alma del renacimiento extremeño.
En la primavera de 1465 los condes de Plasencia fueron los anfitriones del príncipe heredero Alfonso que, al final del verano, sería alzado Rey en sustitución de Enrique IV, iniciándose en el Reino una guerra civil que habría de durar hasta la muerte del joven Monarca en 1468. Los Zúñiga colaboraron de una forma importante en el sostenimiento de la causa Alfonsina. Pero las circunstancias hicieron que los condes se acercaran (sin abandonar la causa alfonsina) también al rey Enrique IV brindándose en calidad de intermediarios para una paz en el Reino. En aras de aquella paz, Enrique IV la mantuvo por interlocutora válida e incluso pasó temporadas, desde la Navidad de 1467, en tierras de Plasencia.
Fallecido el Príncipe-Rey y tras la etapa de princesado de su hermana y heredera Isabel, estalló la guerra civil entre la futura Reina y su sobrina Juana. Los Zúñiga apoyaron inicialmente a la última, si bien, en el momento adecuado, cambiaron de opción.
Uno de los hijos del matrimonio, Juan de Zúñiga, había acaparado la completa atención de sus padres por sufrir una enfermedad grave que finalmente superó gracias a encomendar su salud a fray Vicente Ferrer. Agradecidos, los condes mandaron edificar un monasterio de dominicos en Plasencia en su honor, institución que no dejaron de proteger. Actualmente es el Parador de Plasencia.
En cuanto a una de sus acciones directas en la ciudad de Plasencia. Mandó al licenciado Guevara en comisión para ir a Plasencia e impedir a su corregidor que molestase a los judíos echándoles del nuevo barrio que habían edificado después que la duquesa Leonor de Pimentel lees tomase la sinagoga y la judería para levantar el monasterio de San Vicente de la orden de predicadores.
Bartolomé de las Casas
Nació en Sevilla en 1484 y murió en Madrid en 1566. Fraile dominico, fue nombrado primer obispo residente de Chiapas y el primer “protector de los indios”.
Se opuso desde el principio a todo tipo de abusos cometidos por los colonos contra los indígenas americanos. Por ello, en 1515 renunció a su “encomienda” y abogó, ante Carlos I de España, por los derechos de los nativos. En 1522 intentó poner en marcha un nuevo tipo de colonialismo pacífico en la costa de Venezuela. Viajó a Centroamérica, actuando como misionero entre los mayas de Guatemala y participó en los debates eclesiásticos sobre cómo atraer a los nativos a la fe cristiana.
Volvió a España para animar a más misioneros y continuó presionando para la abolición de la “encomienda”, obteniendo una importante victoria con la aprobación de las “Leyes Nuevas” en 1542. En 1550 participó en el “debate de Valladolid” donde defendía que los indios eran plenamente humanos y que era injustificable someterlos por la fuerza.
Todos sus esfuerzos dieron como resultado una mejora del estatus legal de los nativos y una mayor atención a la ética del colonialismo. A menudo se considera a Las Casas como uno de los primeros defensores de una concepción universal de la dignidad humana y el precursor de lo que hoy entendemos como derechos humanos.
Cardenal Cisneros
Perteneciente a la Orden franciscana, nació en 1436 y murió en 1517. Fue cardenal Primado de España arzobispo de Toledo y regente de Castilla. Gobernó la Corona de Castilla en dos ocasiones por incapacidad de la reina Juana entre 1506 y 1507. Entre 1516 y 1517 volvió a asumir el gobierno tras la muerte del rey Fernando el Católico a la espera de la llegada de Carlos I.
Realizó una gran y profunda labor desarrollando la reforma de la Iglesia. Esta reforma contó con la total confianza de los Reyes Católicos. Esta reforma consiste principalmente en la reorganización institucional del clero, tanto regular como secular que mejoró sus costumbres y el estilo de vida.
Esta reforma comenzó con la Orden Franciscana, de la que fue provincial. Posteriormente, acometió la refundación de la Universidad de Alcalá en 1508, que se transformó en un modelo de formación académica. La reforma de Cisneros en el ámbito de la liturgia afectaron al “rito hispano” o “rito mozárabe”, incluyendo sus manifestaciones artísticas como el canto mozárabe.
El programa de reformas también incluyó, con el propósito de reavivar la religiosidad popular, la traducción al castellano de obras selectas de la teología, así como de la Biblia. También llevó a cabo el ambicioso programa de la traducción de la biblia: Biblia Políglota (hebreo, latín y griego).
Carlos I de España y V de Alemania
Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico (1500-1558).
Fue él mismo quien regaló, a mediados del siglo XVI, un busto con su efigie al placentino Luis de Ávila y Zúñiga. Actualmente se encuentra en el Palacio de Mirabel de Plasencia, en una hornacina situada en el llamado “salón de Carlos V”.
Al final de sus días, cansado del gobierno de su vasto imperio y acuciado por la enfermedad de la gota, decidió quedarse en una comarca de la que le habían hablado por su buen clima y alejada de las grandes ciudades: la comarca extremeña de la Vera. Tardó un mes y tres semanas en llegar a Jarandilla de la Vera, lugar donde se hospedó gracias a la hospitalidad del III conde de Oropesa, Fernando Álvarez de Toledo y Figueroa. Allí esperó desde el 11 de noviembre de 1556 hasta el 3 de febrero de 1557, fecha en que finalizaron las obras de la casa palacio que mandó construir junto al monasterio de Yuste. En este plácido lugar permaneció un año y medio en retiro, alejado de la política y acompañado por la orden de los Jerónimos, quienes guiaron espiritualmente al monarca hasta sus últimos días.
Obispos de Plasencia
Del siglo XVI son importantes dos obispos que, con sus iniciativas, no sólo configuraron la ciudad de Plasencia sino también, la diócesis.
Gutierre de Vargas y Carvajal. Teólogo y mecenas del Renacimiento. Carlos V le enviará al concilio de Trento. Fue un obispo que fomentó la edificación y renovación de numerosas iglesias rurales de la diócesis. En 1555 funda en Plasencia el Colegio de la Compañía de Jesús. En 1556 funda el convento de las Capuchinas y la ermita del Cristo de las Batallas. Importante de su período de obispo en Plasencia es que en el año 1539 financió una expedición al estrecho de Magallanes. Uno de los barcos de la expedición, dirigido por Alonso Camargo, consiguió cruzar el estrecho.
Ponce de León. Continuó la labor de edificación y renovación de su predecesor. Fue también un gran mecenas de las artes. En la ciudad de Plasencia, llevó a cabo una gran remodelación del Palacio Episcopal. Fue un gran estudioso y un notable erudito de manuscritos y libros antiguos. Llegó a reunir una gran biblioteca en el Palacio Episcopal que despertó el interés de Felipe II. Algunas de estas obras pasaron a la biblioteca del Monasterio de El Escorial, entre ellos el famoso Códice de los Concilios, manuscrito del año 992 elaborado en el escritorio de s. Millán de la Cogolla (Códice Glosas Emilianenses). Su sepulcro se encuentra en el lateral izquierdo de la Catedral.
Santos
Grandes santos de esta época también han tenido una directa relación con Plasencia y su comarca.
El Colegio de los Jesuitas fue construido en 1555 y bendecido por el mismo San Francisco de Borja.
Su promotor fue el Obispo Gutierre de Vargas Carvajal. Fue el Colegio más antiguo que los jesuitas fundaron en Extremadura y de las primeras fundaciones que realizaron en España con la dirección personal de S. Ignacio de Loyola y de San Francisco de Borja. Se inaugura en 1554.
Desde la desamortización de Mendizabal ha sufrido diferentes cambios en su uso, volviendo a su finalidad desde que es sede de la Escuela Oficial de Idiomas y de la UNED.
San Pedro de Alcántara, eminente franciscano, fundó el convento más pequeño del mundo cerca de la ciudad de Plasencia: El Palancar. San Pedro fue amigo y confesor de Santa Teresa de Jesús. Llamado por Carlos I en su retiro de Yuste para ser su confesor, declinó dicha invitación. Es conocido por su penitencia y su excelente oratoria.
El motivo que llevó a Santa Teresa de Jesús a visitar Plasencia fue para hacerse cargo del terreno sobre el que, posteriormente, se iba a fundar el cenobio de la orden del Carmelo. El Convento de las Carmelitas fue fundado sobre la casa de Doña María de la Cerda Porcallo en la que vivía junto a la iglesia de El Salvador.
SOPA DE LETRAS
BUSCA LAS SIGUIENTES PALABRAS (pulsando en la primera y última letra de cada palabra en la sopa de letras):
- Importante familia de Plasencia
- Bartolomé de las …….. se reunió en Plasencia con Fernando el Católico
- Cardenal que publicó la Biblia políglota
- Nombre del Rey que murió en el monasterio de Yuste
- Nombre del rey que vino a vivir a Plasencia por consejo de sus médicos
- La esposa de Álvaro de Zúñiga era Leonor de …..