La diócesis de Plasencia fue erigida canónicamente por el papa Clemente III en 1189, bajo petición del rey Alfonso VIII de Castilla quien había fundado la ciudad tres años antes. Unida a esta fundación, se crea una Sede Episcopal, que necesitará de la construcción de una catedral . El 1 de junio de 1190, se firma una orden de donación del rey Alfonso VIII, con don Bricio como obispo de Plasencia. 

Catedral vs Cátedra.

Una catedral es la iglesia principal de una diócesis siendo la sede del obispo y de su cabildo. ¿Por qué se llama entonces catedral? El nombre proviene de la palabra «cátedra» que es la sede reservada al obispo cuando preside las celebraciones litúrgicas. Normalmente está en el centro del ábside (definir). Esta es la razón por la que se llama «Iglesia-Catedral», ya que es la madre de todas las iglesias de la diócesis.

CATEDRALES

No se trata de una simple catedral  sino de dos catedrales: la Vieja o de Santa María, y la Nueva que está dedicada a la Asunción a los Cielos de Nuestra Señora. Las dos están incompletas. La Catedral Vieja carece de cabecera y crucero, puesto que fueron derribadas para construir la Nueva, que ya sí posee estas dos partes.

Se trata de un gran conjunto monumental donde además de las dos catedrales inconclusas, están la Capilla de San Pablo o Torre del Melón, el claustro, parte del lienzo de la muralla, la torre de campanas y el Palacio Episcopal.  

En el momento de su construcción tuvieron que buscar complejas soluciones arquitectónicas para poder ofrecer a la reciente ciudad de este edificio majestuoso. 

A diferencia de otras catedrales, esta no se localiza en el centro de la ciudad sino que se encuentra desplazada por las condiciones del terreno. La Catedral Vieja se sitúa sobre la falla tectónica, sobre un promontorio (paralelo a la N-630) y cercana al meandro del río Jerte, que servía como defensa natural y se construye sobre la propia muralla para darle un carácter defensivo.

Catedral Vieja o de Santa María

No es la primera Catedral de Plasencia, sino la más antigua que conservamos.   Parece ser que antes existió otra, en la parte alta de la ciudad, cerca del Alcázar. Esta Catedral Vieja es un edificio que constituye un ejemplo muy interesante de transición del románico al gótico. 

Las obras se iniciaron en el siglo XIII según los preceptos románicos aunque en ella ya se pueden apreciar soluciones próximas al Gótico, como los arcos apuntados y las bóvedas de crucería. Si en el s.XIII trabajó Gil de Cislar o Cuéllar (Sala Capitular, hoy Capilla de San Pablo), en el XIV lo harían los maestros Remondo, Diego Díaz, Juan Pérez y Juan Francés.

La construcción de la Catedral Nueva no ha permitido conocer toda la catedral sino que solamente se conservan cuatro tramos del cuerpo de bóvedas de crucería de la vieja catedral, el claustro, la Sala Capitular y la torre-campanario.

La portada de la Catedral, quizás la parte más antigua del edificio, es de estilo románico tardío, con arco de medio punto con seis arquivoltas muy sobrias y una hornacina donde nos encontramos con un grupo escultórico toscamente tallado que representa la Anunciación (formado hoy en día únicamente por las imágenes de la Virgen y el Ángel, faltando sin duda algún elemento en medio).  Todo ello, rematado por un rosetón y sobre él, dos esculturas más: la Virgen con el Niño y un personaje arrodillado, que podría representar a Alfonso VIII.    

La Catedral Vieja conserva las tres naves, siendo la nave central más elevada que las laterales, con soluciones arquitectónicas para contrarrestar el empuje de los arcos de la Catedral Nueva. La separación entre las naves se realiza por medio de pilares cruciformes (por las columnas adosadas). Está cubierta con bóvedas de terceletes y las laterales, con bóvedas de crucería. La iluminación se consigue por medio de saeteras y por el rosetón de la fachada principal. La nave de la Epístola está dedicada a la Virgen de los Dolores y la del Evangelio, al Cristo de los Doctores.

El claustro, acabado en 1438, es de planta cuadrada irregular, de pequeñas dimensiones,  de clara influencia cisterciense por la ausencia de decoración. Sirve de unión entre ambas catedrales. La Catedral Nueva se va alimentando de la Vieja: derribando y utilizando sus piedras. La fuente gótica del patio es del s. XV, con escudos de armas de Juan de Carvajal. https://dbe.rah.es/biografias/14546/juan-de-carvajal

La Sala Capitular o de San Pablo data de 1270.  Se dice que el autor fue Gil de Cuéllar. Está unida por una puerta y dos ventanas al lado este del patio. Es quizás una de las piezas más notables de la Catedral. Se trata de una capilla dedicada a San Pablo y antes utilizada como Sala Capitular y Sacristía. Tiene planta cuadrada en el primer cuerpo y octogonal, en el segundo. Podemos observar 16 nervios en la cúpula interior, siendo la parte exterior cónica y cubierta por escamas, con clara inspiración bizantina. Remata la cúpula una bola gallonada llamada Torre del Melón. Nos recuerda a los cimborrios de la Catedral de Zamora, la Colegiata de Toro, la Torre del Gallo de la Catedral de Salamanca o la de Évora en Portugal. 

https://es.wikipedia.org/wiki/Cimborrios_del_Duero

La Torre-Campanario fue construida entre los siglos XIII y XIV, adosada a la muralla y no al conjunto catedralicio. Se halla junto a la cabecera de la Catedral Nueva, formando parte del patio del Enlosado. Se levantó sobre la muralla con intenciones de fortaleza. Es una torre grande, de estructura cuadrada, con sillares góticos (aunque con cierto gusto románico). En el lienzo sur del patio encontramos un curioso reloj de sol.

https://relojesdesol.wordpress.com/category/relojes-de-sol-en-espana/caceres/plasencia/

Además de la torre principal podemos observar varias espadañas, destinadas a campanarios: dos en la Catedral Nueva y una en la Vieja.

Catedral Nueva

En el siglo XV se inicia su construcción, por distintas causas: el aumento de población (siglos XV y XVI), la Catedral Vieja era  demasiado estrecha y había que ampliarla, extenderla y ensancharla y, sobre todo, por un cambio de mentalidad y de los miembros del Cabildo que autorizaban la construcción.

Es proyectada por Enrique Egas con planta basilical de 3 naves y cabecera poligonal. A partir de 1513 se hacen cargo de las obras Juan de Álava, Francisco de Colonia, Alonso de Covarrubias y Diego de Siloé. Hacia 1544,  Rodrigo Gil de Hontañón lleva a cabo la destrucción de la cabecera y de varios tramos de la Catedral Vieja. Se finaliza la construcción debido a la muerte de Gil de Hontañón y por la crisis económica y deterioro de las arcas del Cabildo.

Contemplamos dos portadas platerescas: la Fachada principal o Norte y la Fachada del Enlosado.

La Fachada Norte pertenece al Primer Renacimiento o Plateresco, diseñada por Juan de Álava y formada por cuatro cuerpos, siendo el primero y el cuarto mayores que el segundo y el tercero, con cronología distinta. El primer cuerpo es plateresco donde los elementos decorativos absorben los arquitectónicos con la utilización de elementos figurados,  aparecen también los grutescos (referencia a las Domus Aurea romanas) mezclados con elementos moralizantes.

En esta fachada se aprecia la labor realizada por Juan de Álava en los tres primeros módulos y la incorporación de otro cuerpo superior, realizado ya por  Diego de Siloé y Gil de Hontañón, que remata con agujas y cresterías para dar a la fachada mayor belleza y esbeltez. Ahí podemos leer la fecha de su terminación, en 1558.  La concepción central  se resuelve colocando tres módulos con arcos triunfales de medio punto, separados por cornisas y flanqueados por columnas y entablamentos, con abundante decoración plateresca. De esta manera se contrarresta la verticalidad de la fachada con la horizontalidad de estos tres cuerpos. El último módulo está ocupado con un gran ventanal, rematado con dos frontones triangulares y en el centro otro semicircular con la imagen del Padre Eterno, que preside no solo la catedral, sino la plaza entera donde está situada.     

Nos encontramos en este conjunto, una serie de medallones con bustos de San Pedro y San Pablo. Los mismos santos que coronan la Catedral con dos estatuas de piedra, situadas al norte y al sur.  En los otros medallones se representan los bustos del obispo Gutiérrez de Vargas y Carvajal, el papa Paulo IV, el emperador Carlos V y doña Juana. 

La Fachada Sur o del Enlosado mira hacia el sur. En ella se encuentra la llamada Puerta del Enlosado. Fue realizada por Diego de Siloé entre los años 1538 a 1548, menos ornamentada que la puerta norte por pertenecer al segundo periodo del arte renacentista español. 

Se compone de dos cuerpos. En el inferior, podemos apreciar un arco abocinado, las ménsulas con las estatuas de San Pedro y San Pablo, fustes estriados con guirnaldas y capiteles jónicos. En el superior, dos columnas abalaustradas, con los grutescos antes mencionados en el friso historiado y en medio de todo una pequeña ventana, encuadrada con columnas. Flanqueado el conjunto aparecen los escudos de Carlos I y de los Carvajal.

Todo el conjunto se remataría en tiempos de Felipe II, quien permitió realizar el patio, obra del maestro Marcelo Sánchez, a finales del s.XVI.